¿A ti también te gustaría saber por dónde empezar a poner orden? Pues te respondo ya, por la ropa. Y empezaría a llenar de cajitas bonitas los cajones.
Sara de Kokorotailerra respondió a muchas preguntas sobre orden en un directo en Instagram desde mi perfil. Te quiero dejar el guión que preparó para la entrevista. Te ayudará a entender el método KonMariTM y a empezar a ponerlo en práctica. Puedes escucharla y verla desde este enlace.
¿En qué consiste el método KonMari?
El Método KonMariTM es una manera de ordenar tu casa o tus espacios personales, y desde mi punto de vista, también es una manera de auto conocerte y conectar con tu esencia. A diferencia de otros métodos o filosofías, este método NO se centra en deshacerte de lo que tienes o reducir tus posesiones, sino de que te rodees de aquello que realmente te hace feliz.
La parte emocional del método de Marie Kondo
Y ahí está la clave, porque tirar puede ser relativamente fácil, pero elegir en base a lo que te llena, o quién eres, lo que te interesa, lo que te mueve, o tus sueños verdaderos etc. es más complicado, profundo y, a la vez, totalmente transformador. Se trata de encontrar lo que tú quieres y no lo que te han dicho de debes ser o hacer.
De modo que al mismo tiempo que estás haciendo el proceso KonMariTM inevitablemente estás conectando con tu esencia y reflexionando sobre las áreas más importantes de tu vida.
Ordenar por categorías y buscar un sitio para cada cosa como parte del proceso KonMari
Para ello, Marie Kondo propone una forma muy concreta de trabajo que es ordenar por categorías en vez de habitaciones. ¿Por qué? Porque, por un lado, es la única manera de empezar y acabar el proceso. ¿Te ha pasado alguna vez que te has puesto a ordenar la casa por habitaciones y para cuando has terminado la mitad de la casa la otra se ha vuelto a desordenar?
Por otro lado, ordenar por categorías te da la oportunidad de saber exactamente qué es lo que tienes y cuánto. Te asombrarías de los descubrimientos que hacen mis clientas o que hice yo misma. Por ejemplo, yo que consideraba que tenía muy poca ropa, en realidad tenía poca “ropa de calle” pero mucha ropa “de andar por casa”. O de repente, me encontré que tenía más bolígrafos bic de los que voy a usar en 10 años, o casi 200 cajas de todos los tamaños. Y eso que yo me he mudado con frecuencia y en principio tenía pocas cosas.
El último principio importante sería, una vez hecha la elección de todos los objetos que nos aportan felicidad por categorías, tendrías que encontrar un sitio para cada objeto. Las casas suelen estar desordenadas porque habitualmente tenemos mucho más de lo que necesitamos y porque no asignamos un lugar para cada cosa. Si cada objeto tiene su sitio preestablecido, lo único que tienes que hacer es devolverlo en cuanto hayas terminado de utilizarlo.
¿Cuáles son las categorías según el método KonMariTM?
He mencionado que en el Método KonMariTM se trabaja por categorías. Serían estas 5: ropa, libros, papeles, komono y objetos sentimentales.
El orden de las categorías es muy importante, ya que facilita infinitamente el trabajo. Va de lo más fácil a lo más difícil para que puedas entrenar el “detector de felicidad”. Piensa, ¿Qué es más fácil de tirar una camiseta básica del Zara o una foto de cuando eras pequeña?
Vamos categoría por categoría:
Ropa sería toda la ropa que posees (también las otras temporadas, la que tienes guardada en el trastero, en casa de tu familiares u otros sitios). En esta categoría se incluyen los zapatos, accesorios, bolsos y maletas. E incluso, si se quiere, todo lo que tiene que ver con el tejido (sábanas, toallas, telas…). En el caso de un taller de costura, podrías ordenar tu ropa, zapatos, accesorios y bolsos, pero también los tejidos que utilizas para crear las faldas. Aunque por el volumen que tendrás supongo que merecerá la pena dedicarle una sesión entera.
Categoría libros serían los libros de lectura (novelas, poesía etc.), libros de consulta (libros de referencia o temáticas concretas, enciclopedias etc.) y libros visuales (libros de arte y revistas). Aquí también podrías ordenar (si tienes) los libros de cuando eras pequeñas, o el material de los cursos que has realizado etc.
Categoría papeles son todos los documentos, desde ticket de compras hasta contratos. Aquí entra de todo (bonos, descuentos, nóminas, facturas, multas, contratos de compra-venta).
Categoría komono sería todo lo que no entra en las demás categorías: papelería, material electrónico, productos de salud y belleza, utensilios de cocina, comida, herramientas, hobbies, dinero, objetos decorativos, plantas, muebles…
Y por último estarían los objetos sentimentales, es decir, todo lo que tiene un vínculo especial y personal contigo: fotos, cartas, diarios personales, recuerdos, peluches, regalos…
Nos vamos a centrar sólo en la primera categoría que es en la que entrarían las faldas.
Paso a paso del proceso para encontrar la magia del orden en la ropa
Resumiendo, para afrontar este proceso tendrás que sacar toda la ropa de los armarios y cajas de todas las temporadas y apilarlo en la habitación en la que vas a trabajar. Seguramente tendrás más de lo que esperabas y puede ser bastante abrumador ver ese montón tan grande de golpe. Por lo tanto, te recomiendo que lo dividas en subcategorías:
– Parte exterior superior (abrigos, chaquetas, blazers, chubasqueros, jerséis gordos…)
– Parte exterior inferior (pantalones, faldas y vestidos)
– Parte interior superior (camisetas, camisas, camisetas de tiras, jersey finos…)
– Ropa interior (sujetadores, bragas, calcetines, medias…)
– Zapatos
– Accesorios (pendientes, collares, pulseras, gorros, guantes, pañuelos, gafas…)
– Bolsos y maletas
Ante la duda hay que utilizar el instinto o la lógica de cada una. Si a ti parece más lógico juntar ciertas prendas con otras, pues perfecto. Si así te parece abrumador puedes dividirlos en subcategorías más pequeñas. Por ejemplo, las faldas en:
– Minifaldas
– Faldas midi
– Faldas largas
– Vestidos
¿Esta prenda te hace feliz?
Para hacer la selección vamos a hacer la prueba de la felicidad prenda a prenda. Es decir, la vas a coger en las manos, la vas a acercar al corazón y vas a poner atención en el sentimiento o la emoción que te produce. Si eres una persona muy mental o científica quizá esta manera de decidir te parezca un poco vaga o directamente una marcianada. Yo lo entiendo, pero aún así te invito a que hagas la prueba con varios objetos. Estoy segura de que algunas las sientes más cerca del corazón, te hacen sentir mejor, segura, empoderada, conectan con recuerdos felices…
Es bastante difícil de explicar porque la sensación es distinta para cada una de nosotras, pero creo que se entiende por dónde van los tiros. Además, el cuerpo nos da muchas pistas. Cuando algo nos hace feliz el cuerpo se expande, la cara se relaja, aparece una sonrisilla, cambia la mirada…
Está claro que a la hora de elegir se mezclan otros factores: la necesidad o la utilidad que tiene (la funcionalidad), el valor emocional y la rareza (los objetos excepcionales que son difíciles de encontrar o irrepetibles). En todo caso, para mí la prioridad es lo que nos dice el cuerpo antes de lo que dice nuestra mente. La mente nos pone todo tipo de trampas…
Dejar ir sin culpa
Cada vez que decidas deshacerte de algo recuerda agradecer la función que ha cumplido o lo que ha aportado a tu vida. Esto es muy importante porque facilita el desapego y ayuda a poner en valor y cuidar tanto lo que tenemos como lo que dejamos ir. También nos permite conectar con la abundancia.
Doblar y encontrar un sitio adecuado para cada objeto
Esta es la parte más dinámica y divertida, al menos, en mi caso, conecta con el juego. Es un ensayo y error, hacer y deshacer, probar cosas distintas hasta que conoces y te acostumbras a doblar la ropa de una manera concreta y, sobre todo, le encuentras el lugar perfecto a cada objeto.
Imagino que todo el mundo ya sabe que el sistema que recomienda Marie Kondo es que la mayoría de las prendas vayan dobladas mediante el sistema vertical y el resto colgado. Yo estoy totalmente de acuerdo con ella, aunque es verdad que cada una lo tiene que adecuar a sus propias necesidades.
Quiero aclarar que el sistema de doblado vertical es sencillo, no hace falta hacer cosas raras, ni complicarse la vida.
En el caso de las faldas yo las dividiría entre las que tienen telas sedosas, finas o sensibles y las que son de telas más gruesas tipo el algodón o el lino. Aunque todas ellas pueden ir dobladas quizá prefieras colgar las más sensibles en perchas.
En ese caso, la recomendación es que las ordenes de izquierda a derecha en sentido ascendente (lo más largo a la izquierda y lo corto a la derecha) y de lo más oscuro hacia lo claro. Es muy recomendable encontrar perchas adecuadas que no estropeen la ropa y que sean todas iguales. Este consejo ya es un plus, pero es una inversión pequeña y sencilla que aporta unidad y ayuda mucho a que el armario se vea ordenado.
¿Cómo se doblan las faldas con el plegado vertical?
Con las faldas que vayas a doblar el sistema es sencillo. Se trata de hacer un rectángulo. Esta es la forma que tenemos que buscar en todo lo que doblemos. Es decir, marcamos dos líneas a los lados de la prenda y desde ahí plegamos hacia dentro (como en el origami). A partir del rectángulo hay que plegarlo sobre sí mismo hasta que quede como un sobre y se sostenga verticalmente por sí mismo. Aquí es donde digo que es ensayo y error porque hasta que conoces la prenda tendrás que probar a ver cuántos pliegues tienes que hacer para que no quede como un cilindro (ocuparía demasiado) ni que quede demasiado alto y se deshaga.
Mediante este sistema se puede guardar doblado cualquier tipo de falda o vestido, incluso, los más fluidos. En ese caso tendríamos que buscar una caja bonita para meterlas juntas y que no se deshagan.
Para evitar las arrugas o las marcas de los pliegues el truco es no meter demasiadas prendas juntas. Se recomienda que los armarios y cajones estén lleno sólo hasta un 80%.
Saca provecho del plegado vertical
El sistema de doblado vertical tiene las siguientes ventajas:
– Puedes ver todo lo que tienes de un solo golpe.
– Te permite coger y guardar con facilidad. No utilizarás solo lo que está en la parte superior de la pila ni se te desmontará todo cada vez que cojas algo.
– Ocupa menos espacio que tenerlo todo colgado.
– Eres consciente de todo lo que tienes y, por lo tanto, te ayuda a consumir menos.
– Invita al orden. Si tienes todo colocado en orden seguramente harás un mayor esfuerzo por cuidarlo que si lo tienes todo mezclado y desorganizado. El orden invita al orden y es contagioso.
Beneficios de Método KonMariTM
Es un procedimiento muy útil porque:
- – Eres consciente de todo lo que tienes, cuánto tienes y dónde está cada cosa.
- – Por lo tanto, ahorras tiempo buscando y ordenando.
- – Cambia tu manera de consumir, porque por un lado sabes lo que tienes exactamente. Y por otro, porque es tan impactante darte cuenta de todo lo que te sobra y tan doloroso deshacerte de todo ello… ya no vas a comprar igual.
- – Todo lo que tienes tiene un sentido, está conectado contigo misma, te representa, tiene tu toque personal.
- – Es una manera de autoconocerte. No es terapia, aunque puede ser muy transformador. Te da muchas pistas sobre tus creencias, pensamientos, miedos, deseos, ilusiones… A partir de ahí cada una decide cuanto quiere profundizar o los melones que quiere abrir.
- – Es un proceso que da luz, ligereza, autonomía, te empodera…
- – Es una excepción. Si lo haces con conciencia y completas el proceso, basta con que lo hagas una sola vez en la vida. El resto será mantener el orden y actualizarlo. En la medida que tu vas cambiando tus pertenencias irán evolucionando contigo.
Resumiendo: ordenar por categorías, elegir lo que te hace feliz, y finalmente, encontrar una ubicación para cada objeto.
Ahora te toca a tí.
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