El rojo ha sido mi inspiración en la última colección.
Puede parecer que un color por sí solo no es capaz de generar los estímulos que requiere crear una colección, pero es capaz de eso y de mucho más.
Y aquí te dejo el universo que ha envuelto el proceso. Te advierto de que es muy variado.
“Préstame toda tu atención, tengo algo que decirte” o el poder del rojo.
“Al principio fue el rojo” Fue el primer color que recibió nombre.
Para mí el ROJO es un imán. Ocupa un espacio más allá de su espacio. Se expande. Es intenso. Se amplifica. Es un color que implica proximidad, cercanía. Fíjate, si pones un fondo rojo para tus fotos, deja de haber profundidad. Siempre está en primer plano.
Se percibe. Atrae tu mirada. Te altera. Hay como una especie de urgencia, no sabes para qué pero te estimula. Contra más saturación más energía notas.
Esa energía que transmite te hace respirar más rápido y aumenta el ritmo de tu corazón. Se ha comprobado. Y eso te mueve, te lleva a la acción, te carga de intenciones y deseos.
Es el color del “hacer”.
Sentimientos
Existen muchos más sentimientos que colores. El mismo color tiene distintos efectos según el color con el que se combina.
Observa las fotos. Amor, odio, fuerza, pasión.
Combinado con el negro es el color de la inmoralidad y el peligro. Cuando añadimos el naranja nos genera agresividad, ira y excitación. Si lo unimos al violeta y al rosa lo asociamos con la seducción, el erotismo y la sexualidad. Junto al negro y el dorado evoca poder. Al cambiar el dorado por el marrón se siente la brutalidad.
Estos mismos sentimientos y sensaciones, y otras más, como el peligro, el conflicto, la determinación los relacionamos con el rojo, sin más.
Yo lo identifico con la sangre y con la vida. Es un color lleno de positivismo y vigor. Hubo un tiempo en el que creaba relaciones entre personas y colores. Las personas “rojas” eran muy abiertas y hablaban muy alto, con seguridad. Conocí a pocas.
Rojo para vestir
Vestirse tiene varios propósitos. Protegerse del sol, del frío, de la lluvia; no mostrar ciertas partes (este es un tema más cultural, educacional); moverse con comodidad; estar guapa.
Andrea Vilallonga dice que “El color es una herramienta eficaz para nuestra imagen” pero pocas veces pensamos en los colores y en nuestra ropa con estrategia. Simplemente nos vestimos. A veces vamos más allá y combinamos colores entre los que casi nunca está el rojo. El rojo cuesta, es muy atrevido, hay que ser valiente para llevarlo.
Mi percepción es que se usa poco. Y mi esperanza que, con este artículo, te animes a introducirlo despacio y en pequeñas cantidades.
Úsalo para mejorar tu estado de ánimo. Ese día que te levantas triste o perezosa ponte algo rojo para aportar la energía y fuerza que te falta, para sentirte dinámico. Un collar, un pañuelo, rojo de labios…
¿Quieres que tu imagen diga algo en particular o afecte a cómo te ven los demás? Usa el rojo. Proyectarás poder y captarás la atención de tu entorno. Sentirán que tienes algo que decir.
Ciertamente es un color atrevido para vestir. Pero ¿POR QUÉ NO?
Cultura e historia
El lujo del rojo
Era signo de poder. Carlomagno pintó su palacio y la catedral de Aquisgrán de rojo. Hasta la revolución francesa, solo los nobles podían llevar este color en su indumentaria. Después perdieron su poder económico y la burguesía, con más riqueza, lo adoptó como signo de su supremacía en los negocios.
¿Por qué el rojo?
Por su valor económico. El auténtico rojo, el púrpura violeta (como las amatistas), era el más caro en la corte bizantina, pero se perdió el secreto de su producción con la caída del imperio.
El púrpura rojo, el siguiente color más costoso, se obtenía de los quermes (de ahí los nombres carmesí y carmín), unos bichitos diminutos. Era intenso y estable a la luz. También se apreciaba el que se conseguía de las raíces de la granza.
Para fijarlo se necesitaban 17 pasos y unos 8 días. Esto, y el alumbre para fijarlo, que se importaba, justificaban su precio.
Cuando empezaron a cultivar la granza en Holanda y a importar de América la cochinilla el precio del tinte rojo descendió. Y en el siglo XIX, con los tintes químicos, el rojo se democratizó.
Hoy, donde había granza hay vides, y solo quedan las cochinillas que se usan para medicamentos, barras de labios, alimentos y bebidas como el Campari.
La felicidad del rojo
En China las madres visten a sus hijos de rojo para mostrar su alegría. Por eso también se casan de rojo y en las fiestas utilizan carteles y adornos rojos.
Los regalos de los niños suelen ir envueltos en rojo y los huevos de Año Nuevo son rojos.
Está destinado a traer suerte, prosperidad, felicidad y una larga vida a la gente.
Otras connotaciones del rojo
Es el más poderoso de todos los colores en la cultura india y tiene muchos significados: el miedo y el fuego, la riqueza y el poder, la pureza, la fertilidad, la seducción, el amor y la belleza.
En Sudáfrica, está asociado con el luto, y la sección roja en la bandera del país simboliza la violencia y los sacrificios que se hicieron durante la lucha por la independencia. En Nigeria representa agresión y vitalidad.
La tradición tailandesa lo considera el color de los domingos, y está asociado con Surya, un Dios solar, que nació en este día. Muchos tailandeses le rinden homenaje a Surya vistiendo un vestido rojo cada año.
Nombres que significan rojo
Rufus o Rufo, Roy, Robin, Adán.
Hay muchos nombres alemanes de chico como Ruprecht, Robert, Roger, Roland, Rudolf, Rudiger. En chino está Rafu. En inglés Rory y Roderick.
Para mujer existen menos nombres. Escarlata y Rubí. Susana era el nombre de una azucena roja en la antigüedad. Akane es un nombre de origen chino que significa escarlata.
¿Conoces alguno más?
Nota final
El rojo es un color primario. El que tomamos por rojo puro es técnicamente magenta con mezcla de amarillo.
¿Sorprendido?
Puedes leer mucho más en Psicología del color de Eva Heller, en #Mírate de Andrea Vilallonga y en buscadores 😉