BAOBAB Hacer el amor a la vida

Con frases tan contundentes como la del título y dibujos tan “naif” como el de la alcachofa me enamoré de BAOBAB.

El proceso fue el de siempre, buscar en internet restaurantes vegetarianos o ecológicos o saludables. Apareció Baobab. Y reservamos. Llegamos al local, muy amplio y en la entrada primer mensaje SEAN REALISTAS, PIDAN LO IMPOSIBLE, dentro cuadros grandes y “limpios”, dibujos a color en negativo, sin sofisticaciones, libres de carga. Los recuerdo vagamente. Y esa sensación de comodidad. El camarero, ya casi amigo como suelen ser los maños, nos acompañó, nos atendió y dejó que nos lleváramos la carta. Y yo feliz como una perdiz.

Y la carta y el menú y el “mensaje” seguían con esa imagen limpia, de colores suaves, planos y líneas sencillas. Y con una carga semántica conmovedora. ¿Cómo no querer comer DAME VENENO QUE QUIERO MORIR? Ya no recuerdo lo que comí ese día, pero sí que me fui con una sensación nueva, de haber descubierto algo importante, de ensanchar el alma, de querer volver una y otra vez, de desplegar un AMOR SIN CONDICIONES.

Letras y poemas

Y leo a PINO AZAÑA, ¿quién será? y siento afinidad, le gusta conocer el origen de las palabras, le gusta el otoño y sus colores, le gustan los instantes. Y quiero leer más. Reflexiones del mes y Vida interior, que me traen recuerdos de las canciones de Bunbury, con esas letras, “caminar por tu barrio como si fuera una ciudad extranjera”, “deseos deseados” “Es que quiero ser yo y parecerme a mí”. Letras poéticas, dramáticas, histriónicas. Esas historias de lo cotidiano, de las personitas de Baobab y sus superpoderes. Encantador. 

La comida BAOBAB

Es el hilo argumental, presentada como en un circo. El plato es espectáculo, interpretación.   La comida para hacer reír, la comida para curar, la comida como poder de cambio. La comida motivacional. Oda a la comida. Y aunque hay que comerla también hay que leerla. Y hay que recordar cada día un verso, como aquél de Machado el ojo no es ojo por que lo ves. Es ojo porque te ve.

Querer compartir

Y como todo lo que nos parece fantástico queremos compartirlo con los demás pues al Baobab que volvimos, con mi hermana y mi sobrina, muy receptivas ellas. Y pedimos toda la variedad que pudimos, para no dejarnos nada sin saborear. Y salimos con la sensación de haber compartido algo más que una ración.

Y pedimos menús largos y cortos, siempre los hay muy hambrientos:

Ensalada de brócoli y granada con aliño de miso dulce y tahín

Sopa de cebolla con tostadita de Emmental Risotto al gonrgonzola con calabaza, salvia y crumble de almendras

Espaguettini integral al curry verde de coco y espinacas con verduras salteadas, cilantro y cacahuete

Crepe crujiente de alcachofas con salsa de queso Brie .

Como veis todo con productos de temporada y de cercanía (aunque esta vez nos faltaron las borrajas). Y no se menciona explícitamente que es ecológico porque, como entienden ellos ES LO ECOLOGICO. Está en la base, en el inicio, en el conjunto.  Forma parte de su ADN, es necesario. Y para detalle ECOLOGICO y poético ved el LLEVAME MUCHO, un envase que puede calentarse en el microondas y es biodegradable. Nosotros querríamos que se pudiera comer y desde aquí hacemos nuestra petición.

Manu

No pude hablar con Manu porque no llegó a contestar el mensaje, pero podría ser aquél que trabajó en la Retama, con Socorro y Esteban, donde aprendió a cocinar los pastelitos de mijo con salsa de curry y cacahuete. Seguiré insistiendo, no lo dudes. Aunque quizá lo más sencillo sea acercarme a la cocina la próxima vez.

Lo acabo de descubrir leyendo INSPIRA  Y escuchando a Bunbury. Seducida por Baobab.